Definitivamente 2020 nos ha sorprendido, en medio de este caos social-sanitario-político-económico mundial que se vive hoy en día, es necesario reevaluar las expectativas, para saber en qué podemos enforcarnos para continuar y trabajar desde nuestra trinchera.
Hablando del comercio exterior en México, la balanza comercial (incluyendo productos petroleros y no petroleros) al primer trimestre fue positiva, sin embargo, en abril ya se registró una pérdida por 3,087 millones de dólares. Esto debido principalmente a la paralización de actividades económicas por el COVID-19 y a la baja en los precios del petróleo.
Se espera que con la reactivación de actividades esenciales en la “nueva normalidad” y sobre todo en industrias que colaboran en la exportación como la automotriz, la balanza comercial pueda mantenerse positiva en el último cuatrimestre del año. Esto no significa, que no habrá reducciones, ya que se espera que las exportaciones totales del país caerán un 11.60% a tasa anual de acuerdo con números brindados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
En el primer trimestre del año el comercio entre México y Estados Unidos se redujo un 1.9%. Esta caída se dio debido a la paralización de actividades en ambos países; los sectores que se vieron más afectados fueron la industria aeroespacial, automotriz y la electrónica, solo por mencionar algunas. Sin embargo, por sus características esenciales, el comercio de agro alimentos se mantuvo entre México y el vecino del norte, ya que la demanda no ha disminuido, lo que ha permitido que esta caída no haya sido tan abrupta.
México continúa siendo el principal socio de E.U.A; y con la guerra político-comercial entre este país y China, y la entrada del T-MEC el 1 de julio; las expectativas para continuar manteniéndonos son favorables. Y esto no significa que el comercio entre ambos países vaya a crecer en comparación al año pasado, ya que la contracción económica mundial es visible y palpable para todos, pero se espera que la reducción sea mínima y se mantenga solo en unos puntos porcentuales.
Algo positivo que remarcar es que nuestro país no ha cerrado puertos, lo que ha permitido que el comercio exterior continúe y con ello todos los actores ligados: agencias aduanales, terminales, maniobristas, almacenes, transportistas, comercializadoras, por mencionar algunos. El volumen de trabajo ha disminuido por la crisis económica, sin embargo, no se ha detenido en ningún momento lo que ha permitido que muchas familias mantengan sus fuentes de ingreso.
Y no podía dejar de mencionar al tipo de cambio que desde fines de Marzo se disparó y alcanzó el máximo histórico de $25.1185 en Diario Oficial de la Federación y llegó a superar los 26 en el interbancario. En Mayo nuestra moneda empezó a recuperar terreno gracias a la debilidad del dólar y otra vez hemos regresado a los 21 pesos. Esperamos que lo que resta del año el peso mexicano se fortalezca para evitar caídas tan altas, y esto pueda dar certidumbre a las empresas para no retirar inversiones y divisas del país.
Los invito a que continuemos trabajando y diversificándonos, en pro de nuestras familias y empresas.
Licenciada en Negocios Internacionales por la Universidad Anáhuac Cancún, con más de 6 años de experiencia en aduanas y comercio exterior en todos los tráficos. Actualmente cursando Maestría en Derecho Aduanero y Derecho de Comercio Exterior.